miércoles, 25 de febrero de 2015

Querida enfermedad

Aunque siempre había pensado que era mala fortuna vivirte querida enfermedad, hoy me decidí a verte con los ojos del amor. Te odiaba y maldecía, pues pensaba que habías venido a detener el flujo de paz que he vivido desde hace algún tiempo. Hoy te veo con el corazón para decirte que te acepto tal como eres. Eres bendita porque no llegas por casualidad a mi vida, sino que llegas para darle a mi vida, el giro necesario que necesitaba para ver más allá de mis preocupaciones.
Yo se que te presentas en mi ser, en mi cuerpo. Pero como un  mensajero milagroso que añade a mi vida la consciencia de apreciar el regalo más hermoso que nos dio Dios, La vida.

Por lo tanto, gracias por estar en mi vida, amada enfermedad. Te amo y te honro. Pero debo ser sincero contigo: elijo darte un significado nulo en mi camino pacífico. Si llegas, serás bienvenida, si no llegas, no me inquietaré por tu ausencia. Mi camino no es caminar contigo. Mi camino es caminar junto a mis sueños futuros. Desde hoy me despreocupo de ti y te doy las gracias por tus enseñanzas. Hoy elijo las enseñanzas de Dios que me conducen a la paz total y completa.

martes, 17 de febrero de 2015

mi vida.

Algunas veces la lucha es lo que necesitamos en la vida. Sin ellas simplemente no podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos llegar a serlo. ¡Cuánta verdad hay en esto! Cuántas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades. Y claro que se Puede ser feliz a pesar de no tenerlo todo, vivo mi vida con mucha esperanza, amor y paciencia, Así es la vida, con sus penas, alegrías y con todas sus injusticias, recordando que nunca recibí más de lo que puedo soportar y que a través de mi esfuerzo y caídas, me he fortalecido, ahora en mí, ya no hay días grises... ¡todos son iguales! Porque yo les doy color y también elimine las frases “algún día…” y “uno de estos días”, porque hoy lo hice todo. Mi vida me ha traído hasta este punto del camino en donde me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Una Sonrisa que Nunca se Apagó

La persona que ven en la foto pasó siete años de su vida conectado a una máquina de diálisis, enfrentando una existencia que parecía intermi...