viernes, 13 de enero de 2017

Me tomo unos minutos para escribirte a ti que no estas enfermo.
Porque cuando emprendas este viaje que es vivir la vida, pide que el camino sea largo y rico en experiencias por qué es lo único que te quedara. Yo al menos en este viaje hubiese querido nunca transitar por algunas estaciones. El primer gran schok emocional, es cuando se nos dice la palabra maldita: tienes una enfermedad crónica terminal.
Cuando esto pasa solo queda nuestras palabras y nuestros silencios, disipamos dudas, temores, confidencias que ayudan a espantar los miedos. Nuestras miradas lo dicen todo, porque hemos aprendido a hablar con el corazón y a centrarnos en lo esencial, en lo que realmente importa, encontremos esa paz, esa tranquilidad, ese amor y hasta ese toque necesario de diversión y siempre, siempre con esa sonrisa y ese espíritu positivo y luchador al menos yo  “no tengo fuerzas para rendirme”, pues todas estan en mirar hacia adelante y apostar por el “SÍ SE PUEDE”

 GRACIAS, Y MIL VECES GRACIAS, POR REGALARME LO MEJOR DE USTEDES. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Una Sonrisa que Nunca se Apagó

La persona que ven en la foto pasó siete años de su vida conectado a una máquina de diálisis, enfrentando una existencia que parecía intermi...